Menú de intolerancia para Sevilla

Hecho 1: Se organiza un homenaje al escritor y poeta Agustín de Foxá en un local del barrio de Los Remedios para recordar la obra el artista.

Hecho 2: La delegada de participación ciudadana, Josefa Medrazo, de Izquierda Unida, deniega el permiso, solo unas pocas horas antes, para el acto con la excusa de que Agustín de Foxá tenía ideología falangista.

Hecho 3: Los organizadores tienen que celebrar el acto en medio de la calle, ya que no les da tiempo a conseguir otro local, junto al casi centenar de personas que habían asistido.

Hecho 4: Cuando la prensa pone en evidencia la postura política tomada, esta mujer sale a dar explicaciones que cada una prácticamente desdice a la otra. Vamos, que se le ve el plumero.

Oigo la siguiente frase: "Se deniega el permiso para no convertir el acto en una apología del franquismo y por respeto a la memoria histórica". Ahora yo digo: "No soy falangista, mi voto siempre ha sido de izquierdas, perdí a un familiar en la guerra civil defendiendo la República, pero precisamente porque soy así creo en la libertad de pensamiento y de expresión".

Conclusión: Los políticos siguen obligandonos a sentir vergüenza de ser andaluces.

Posdata: Lo peor es que esta delegada de Izquierda Unida tiene la poca vergüenza de actuar así cuando su partido está gobernando en coalición con la propia Falange en el pueblo andaluz de Ardales. Pa mear y no echar gota.

Cómo estimular el Punto G

Para los que andan más perdidos que el barco del arroz, que son muchos, pongo este vídeo a ver si así alguna que otra mujer se siente un poco más satisfecha. Donde esten unas buenas manos...